
¿Es bueno darle regalos a nuestros hijos?
A algunos de nosotros, cuando éramos pequeños, si hacíamos bien nuestras tareas, nos iba bien en el colegio, era nuestro cumpleaños o nos portábamos bien, recibíamos un regalo de parte de nuestros padres como un refuerzo positivo a todo lo que hicimos y esto nos alentaba a seguir portándonos bien y hacer las cosas bien, sin embargo, existe una delgada línea entre dar regalos cuando sean necesarios y darlos por cualquier motivo.
En este post ahondaremos más en estos detalles para dar respuesta a la pregunta ¿es bueno darle regalos a nuestros hijos?
¿Qué es un regalo?
Desde la definición dada por la psicología, un regalo se traduce e interpreta como un “refuerzo”, estos son, elementos que contribuyen, mediante un premio, el refuerzo a un tipo de conducta que, en este caso, nuestros hijos, hayan entendido como positiva, beneficiosa y favorable.
Pero no todo se trata de regalar juguetes o dispositivos electrónicos que le sirvan de entretenimiento a los pequeños, sino también regalarles cosas que necesiten o sean de utilidad para ellos sin que hayan tenido que hacer algún mérito para ganárselos, sino por el hecho de ser necesarios y positivos para su desarrollo. Bajo esta premisa existe una clasificación de tres tipos de regalos para los pequeños:
1. Regalos Funcionales: Cosas que el niño necesita, aunque no quiera. Aquí pueden entrar la ropa, cuadernos, utensilios escolares, etc.
2. Regalos Solicitados: Cosas que al niño le hagan ilusión y haya demandado. Aquí pueden entrar los juguetes o dispositivos que los pequeños poden a sus padres.
3. Regalos Educativos: Cosas que, aunque no hayan pedido ni sean necesarios, consideramos positivos para su desarrollo. Aquí pueden entrar tablets educativas, rompecabezas, juegos de mesa, etc.

Regalar sí, pero con moderación
Es importante no cruzar la delgada línea entre regalarle cosas al pequeño como una recompensa y un incentivo a dar regalos por cualquier cosa. Debemos evitar que nuestros pequeños se vuelvan caprichosos o intolerantes ante la frustración. Si siempre les damos lo que desean, sin que hayan hecho un mérito para recibirlo, cuando se enfrenten a dificultades, y vean que las cosas requieren trabajo para obtenerlas o simplemente sus deseos no se satisfagan, no van a estar psicológicamente preparados.
Igualmente, si los pequeños reciben una gran cantidad de regalos o juguetes de forma constante, llegará un momento en el que se “saturarán”, por lo que es probable que, al final, no disfruten casi ninguno de ellos.

También puedes dar regalos emocionales
Un regalo no siempre puede ser un objeto material, los pequeños también valoran los momentos que pasamos con ellos y las experiencias que compartimos, entre algunos de estos regalos emocionales están:
1. Regala tiempo: Pasa tiempo con tu pequeño o pequeña, juega con él, sal a algún lugar con el, vive una experiencia feliz con él, que pueda guardar siempre en su memoria con mucho cariño.
2. Regala sonrisas: Míralo, sonríele, verás como eso le ayudará a saber que todo está bien y que te sientes feliz de tenerlo en tu vida.
3. Regala abrazos: Siempre se usan de forma terapéutica, los abrazos ayudan mucho a tener el corazón y el alma felices.

En conclusión
Dar regalos a los pequeños como parte de un incentivo para un refuerzo positivo es algo bueno, siempre y cuando se haga con moderación, los pequeños también necesitan algo con qué divertirse y expresar su creatividad, solo debes evitar dar regalos en exceso y por cualquier cosa que no sea un mérito.
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